Próximo destino

No conozco Disneyland (creo que ni siquiera en mi infancia anhelé con conocerlo). De pequeña visité más sitios arqueológicos que playas y parques de diversión (ahora valoro y agradezco haber crecido con una madre arqueológa, he conocido mexicanos que no saben distinguir la cultura azteca de la maya). El letrero gigante de Hollywood solo lo he visto en películas (y podría morir sin tomarme una foto con ese letrero de fondo)… Y lo que para muchos puede ser una isla estancada en la economía, la tecnología y el tiempo, el último destino al cual viajar en sus planes, para mí es un lugar que se antoja con indescriptibles ganas.
«Próximo destino: La Habana, Cuba.»

«Hay un largo trecho entre ser viajero y turista»

-Jorge O. Aguilar (mi mejor amigo)

Paso la vida pensando que la vida pasa

El tiempo, como dicen, vuela. Los recuerdos pasan a ser reflejos del pasado que en ocasiones nos dan la sensación de que al mirar hacia atrás, ha pasado un siglo desde entonces. Y otras veces todo lo contrario, que apenas fue ayer… Lo mismo pasa con el presente. Hay momentos que se sienten eternos y otros más que pasan a la velocidad de la luz. Normalmente los primeros son las malas experiencias y los segundos las mejores –o eso dicen y yo así lo he percibido– y nos damos cuenta que el tiempo, a pesar de tener una medida fija, en ocasiones los estándares de esas medidas no resultan muy útiles que digamos. ¿Qué es entonces lo que vale la pena al darse cuenta de la relatividad del tiempo?

Las huellas. Lo que vale la pena son las huellas. Sí, concuerdo en que uno se lamenta cuando los momentos tan buenos parecen pasar tan rápido, pero no podemos hacer nada en contra de eso. El presente se disfruta (o se sufre) y el pasado se recuerda. No importa qué tan rápido pasaron las cosas, todo paso siempre deja una huella. En el caso de las malas, sus huellas se llaman lecciones o en ciertos casos también pueden ser cicatrices, y en el caso de las buenas no sé. La verdad no encontré una palabra adecuada para definirlo, porque creo que eso es todo un conjunto de personas, sentimientos y vivencias que forman la parte alegre de los recuerdos. Yo suelo ir buscando experiencias y personas que me den menos fobias y más filias… La universidad, por ejemplo, ha sido una de ellas junto con mi viaje a Sevilla y las personas con las que he convivido y conviví, respectivamente, en estos dos lugares.

Esta canción inspiró el título de la entrada…

El tiempo es una de las cosas importantes que nos quedan

-Salvador Dalí

…Y hay que aprovecharlo

Mi México chulo

El poeta Federico García Lorca alguna vez dijo que había en el planeta solo dos países con duente: México y España… En otra ocasión, Dalí expresó su poco gusto por volver a visitar México, porque no podía creer que existiera un lugar más surrealista que sus cuadros.

Para aquellos lectores que no sean de la misma nacionalidad que yo, este 15 de Septiembre se conmemora la Independencia de México, y quiero aprovechar la fecha para escribir.

 

Para los mexicanos:

Me resulta en ocasiones difícil coincidir con esa idea de que los mexicanos no tenemos un espíritu nacionalista como lo tienen en muchos otros países, y la verdad es que no sé con certeza si eso sea verdad. Porque en lo personal, es un amor inmenso el que le tengo a mi México, pero no sé si soy yo el ser extraño que siente eso, o si más bien la mayoría de los mexicanos comparten el sentimiento. Con frecuencia todos nos quejamos la política del país, de su educación, de su economía, de su ejército, incluso secundamos cada una de las críticas que desde otros países hacen hacia el nuestro. No digo que se hablen de problemas falsos, porque esos problemas existen y porque son aspectos sociales muy importantes, pero si ni los mismos mexicanos no nos alentamos, ¿quién entonces lo hará? Creo que nos hemos ganado con el sudor de nuestra frente el estereotipo del mexicano pesimista. Me parece increíble, que siendo uno de los países más ricos en muchos aspectos, no seamos a veces capaces de quererlo lo suficiente para tener la preocupación de hacer algo al respecto y darle un empujoncito hacia adelante dentro de lo que está en nuestras manos, ni tampoco de apreciar lo bello que es y que en ocasiones, desgraciadamente, un extranjero lo elogia mucho más que el propio mexicano. Me parece muy desalentador, que los problemas sociales, la pobreza extrema, la corrupción, la ignorancia, el analfabetismo, la delincuencia, no sean temas que le partan el alma a todos al verlos tan frecuentemente en México, y que es tanta la frecuencia, que ya pasan desapercibidos. Esos problemas y esa belleza que pasa desapercibida frente a los ojos de aquellos mexicanos que están hartos y desesperanzados. Como mexicana pienso que lo que hace falta para impulsar cualquier cambio social, es el amor verdadero para nuestro país.

 

Para los no mexicanos: 

Pero México, también tiene el otro lado de la moneda. Lo que no se dice en la tele, lo que no se lee en periódicos, lo que no implica desgracias, violencia y pesimismo. México tiene más de qué elogiarlo que de qué criticarlo, y es lo que quiero contagiar.

Este verano –el mejor de mi vida–, el cual pasé en Sevilla, mis amigos (algunos españoles y otros de otros países) me preguntaban «¿cómo es México?», y me resultaba difícil definirlo. La mayoría de las veces respondía con un profundo suspiro y una frase muy breve: «Uy! Es hermoso!». Estando en una ciudad como Sevilla, se llega a creer que no existe ciudad más bonita, pero después me acordaba de todo mi país. Lo bonito de México, para quien no lo conozca, no son los lugares. Quiero decir, claro que tiene ciudades y paisajes como pocos en el mundo, pero lo verdaderamente maravilloso de México, son las peculiaridades de cada uno de esos lugares, el conjunto de ellas… ES LA ESENCIA. Aquel duende del que hablaba Lorca, y aquel surrealismo del que se sorprendió Dalí. México es COLOR, alegría, sabores, olores, música, su gente, su naturaleza, su historia, su riqueza cultural. Nunca he visto en el mismo lugar tanta variedad junta: la de los dulces mexicanos, las especies de chiles, los tacos, los platillos, las artesanías, los bailes, los dialectos, los accesorios, las joyas, la comida chatarra, las bebidas, los juguetes artesanales, las prendas indígenas y sus bordados, los paisajes, la población, incluso el clima… El mundo es diversidad, pero en cuanto a eso, México es un mundo aparte. Visítenlo, porque se llevarán una gran sorpresa al ver que no todo es droga, violencia y corrupción. Una disculpa, pero no puedo responderles la pregunta inicial de este párrafo, porque hace poco escuché que Sevilla no hay que verla, hay que vivirla, pero México… México no se explica, se siente.

 

Felices fiestas patrias para los mexicanos y… QUE VIVA MÉXICO!

Díganme si esto no es diversidad, color y alegría? El vestuario de México en la inauguración de London 2012 fue muy criticado, a mí me pareció espectacular.

QUITÉMONOS AÑOS

Quitémonos años… No me refiero a que digan que tienen 30 cuando en realidad su edad es de 40 (y a veces hasta parecen de 50). Quitémonos años en la mente.

Hay personas muy inteligentes, hay personas muy dedicadas, hay personas muy formales, hay personas muy trabajadoras… pero el que es creativo, se las ingenia siempre para cumplir todo lo anterior. La verdad es que la creatividad puede llegar a ser una de las cualidades más valiosas en cualquier cosa. Me atrevo a decir que es, en efecto, la más valiosa y también la más divertida. De alguien (uno de los creativos más admirables que conozco) escuché que pensar como niño, imaginar como si tuviéramos 5 años, es la mejor manera de ser creativos, y la más efectiva.

Fue ahí cuando comprendí: «Sacar el niño que llevas dentro es mucho más útil de lo que imaginamos!!!», y es algo que, desgraciadamente, los adultos siempre olvidan. Crecemos y las cosas empiezan a darnos pena, nervios, estrés, inseguridad, desconfianza. Todo es «grave», todo es «muy importante», y no nos damos cuenta que le estamos quitando la diversión a las cosas.

Me ha tocado convivir con muchas personas en clase que me sorprenden mucho, no sé cómo lo logran. Entregan siempre los trabajos a tiempo, son expertos siguiendo instrucciones al pie de la letra (cosa que a mí me cuesta demasiado), organizan a la perfección su tiempo distribuyendo respectivamente obligaciones y pasatiempos, jamás procrastinan porque no quieren que «les agarren las prisas» (cosa en la cual sí soy experta), siempre están APARENTEMENTE en paz porque ya adelantaron todas sus obligaciones, no hacen una sola línea sin regla (aunque la regla sea su credencial), escriben sus notas con al menos dos colores distintos de tinta, y si cometen un error al escribir más vale arrancar la hoja en caso de que no haya corrector a la mano… de verdad me impactan, todo les queda bonito, en tiempo y forma. Es sorprendente. Pero de repente llega alguien y les dice, «haz ahora algo nuevo: actúa, dibuja, habla, expone, CREA, canta, baila, ríe, IMPROVISA». Entonces se quedan estupefactos con cara de «qué pedo este wey me está pidiendo que improvise, NO MAMES qué hago??? (no estudié ese tema, no lo preparé, no hice ningún borrador, no practiqué frente al espejo!!!!!)». Ok, corrijo, esas personas tampoco suelen usar muchas groserías en su vocabulario. Tal vez estoy exagerando, pero ser creativo es eso, innovar, experimentar, improvisar, y no importa si las cosas no salen perfectas, pero basta con disfrutar lo que haces.

La vida NO es tan seria como creemos que es, y las cosas no salen tan mal si hacemos un mapa conceptual sin regla, o tachamos los apuntes con rayones quitándole toda la limpieza a la página. Hay veces que con esas imperfecciones el trabajo es aún admirable, la gente es más capaz por lo que tiene en la cabeza que por lo ordenado de su cuarto o lo impecable de su apariencia. En otras palabras, el contenido creativo de tus proyectos vale más que los colores, el tipo de fuente y si agregaste o no números de página. CREEME! Y eso no quiere decir que seamos informales, mal-hechos e irresponsables. No quiere decir que perdamos los pies del suelo, quiere decir que las cosas se deben tomar más a la ligera, hay que gozar más y sufrir menos. HAY QUE PENSAR COMO NIÑOS, ser CREATIVOS, hacer garabatos abstractos, letra fea pero obras maestras, y así, darnos cuenta que la vida… NO ES TAN SERIA como creemos que es. 

Manchémonos la ropa, que la pintura se quita.

Arte en la sangre

Me empieza a incomodar la situación de querer darle continuidad a mi blog y que la inspiración se torne algo inestable. 

Todos tenemos habilidades y pasiones, y lo más conveniente es que tengamos en común algunas de ellas. Porque es muy feo amar el voleibol, y medir 1.50 de altura; soñar con ser torero, pero temerle al animal… querer cantar y tener una voz que dé pena. En fin, soy de la idea de que todo se puede aprender y con la verdadera práctica y dedicación los resultados serán muy positivos, pero también hay que reconocer nuestras limitaciones. Sonará contradictorio, y a veces entro en un conflicto conmigo misma sobre este tema. Hay que perseguir siempre nuestros sueños, esforzarnos por mejorar aquello que queremos lograr y nos cuesta, pero… existe un momento en el que seguir intentádolo se vuelve una necedad? Creo que son pocos los casos (o eso espero), pero me ha tocado observar a gente que desea hacer algo para ganarse la vida, y desde el exterior todos nos damos cuenta de su triste realidad: «ese chaval debería dejar su pasión como tan solo un pasatiempo». En otras palabras, la típica frase «es puro corazón, porque nomás no se le da». Pero bueno, es difícil de discutir y a veces ni yo misma me entiendo.  

Termino diciéndoles que, para su fortuna, también existe gente que siente una pasión por algo y además tiene toda la habilidad para hacerlo, y más vale aprovechar esos dones! Les comparto este video que a mí en lo personal me encanta, y lo único que puedo decirles al respecto es: a eso le llamo nacer con arte en la sangre… 

Buenos días!

Tengo poco tiempo para redactar mi anécdota, estoy a escasos minutos de entrar a clase pero hoy dos personas me inspiraron para escribir. No podía dejar la idea en mi cabeza por mucho más tiempo…

De mi padre, no se si por desgracia o por alivio, he aprendido a ser desconfiada con la gente en general, pero también creo en que la mirada de una persona, por muy buen actor que sea, siempre puede reflejar sinceridad, o lo contrario. Hoy iba caminando rumbo a la parada del autobus –tarde, por cierto– para llegar a la universidad; cosa que me resulta complicada porque debo tomar dos autobuses y caminar 15 minutos. De repente vi que un auto blanco se orillaba frente a mí. Era una pareja, que me perdone el vecino pero si no fuera porque le dijo «madre» habría pensado que la mujer de cabello totalmente cano y él eran esposos. Dos personas encantadoras, sentí que hasta eran de mi familia. Ambos con una sonrisa contagiosa. Me preguntaron si iba hacia Cholula (el lugar donde está mi universidad) y les dije que sí. A pesar de que desde pequeños nos han enseñado que uno no debe confiar en los extraños, no sé por qué ni siquiera lo dudé. Todo el camino venían platicándome de una forma muy amena, y hablaban tan alegres y tan tranquilos que fue razón suficiente para iniciar el día con muy buen humor. Esto, para empezar, no sucede en cualquier país. Hay que admitir que a pesar de la delincuencia y los problemas, en México hay gente acogedora, muy humana, y es bonito darse cuenta por uno mismo de ello.

Es increíble como en un día común y corriente, donde no te quieres despegar de la cama para ir a trabajar o a la escuela, detalles tan sencillos te pueden cambiar el ánimo en cuestión de segundos. Una vez más comprobé que las sonrisas y la alegría se contagian, así que regalen sonrisas a diario, podrían cambiarle el ánimo, sin querer, a mucha gente… Buen día, y feliz media semana para todos mis lectores.

Pedazo de cantaora

Me he ausentado un poco de mi blog en estos días. Es mi Closing time y tengo demasiados pendientes. Días en los que tengo muchos planes y poco tiempo (muy poco tiempo). Días como hoy que llego muerta a casa y por más que quiera tomarme un tiempo para escribir, me voy quedando dormida sobre el teclado. Y así no suelo escribir cosas muy coherentes.

ImagenHoy estuve platicando con mi maestra de flamenco, cosa que hago poco porque ella es un personaje realmente extraño. Tímida y difícil de sentirse en confianza. He tomado clases con ella 5 meses y vaya que le he cogido un aprecio enorme porque no es solo la maestra que nos enseña una técnica de baile, un compás, una coreografía –y vaya que es excelente enseñándolo– sino que además es esa maestra que te da enseñanzas de la vida, del arte. Tiene una manera tan suya de expresarnos las cosas… Le cuesta mucho darse a entender, explicarse, y a la vez solo las que estamos con amor y pasión en la clase logramos entenderla. Solo aquellas que vemos en ella no la perfección, sino el arte. Su agresiva pasión por lo que hace.  Es el tipo de maestra que en vez de corregir diciendo «falta coordinación», te dice «falta pasión». ¿Qué tan seguido se encuentran personas así? Poco común. 

Amalia es ese tipo de maestra que expresa mucho más con su cante, con su mirada, con su sonrisa, que con las palabras. Es esa profesora que quien sea que conviva con ella por un lapso de tiempo, se quedará permanentemente con un cachito de ella en su estilo, en su personalidad, una ligera influencia de la gran artista que es.

Es lindo encontrar ese tipo de mentores, de maestros, de ejemplos, no? Aquellos que comparten sus conocimientos, y ademas sus experiencias. Aquellos que contagian ganas por algo, y además alegría para todo lo demás. Aquellos que no logras entenderlos un día, y al otro te identificas mucho con ellos. Aquellos que enseñan con la mirada y confunden con palabras. Aquellos que te exigen más si saben que puedes dar más, y no te apresuran ni presionan si ven que no entregas todo en el entrenamiento. Aquellos de los que debes ganarte su atención, su respeto, su interés. No sé. Es muy difícil de explicar. Son simplemente personas que nunca se borran de las memorias, de los recuerdos y de los sentimientos sin importar el tiempo durante el que formaron parte de tu vida.

El tiempo pasa volando

Al inicio de este ciclo escolar pedí que pasara volando, y así fue. En menos de un mes habré terminado mi preparatoria. En un poco más, estaré disfrutando de Sevilla… Y en un poquito más seré parte de la comunidad estudiantil universitaria. Aún no me la creo. 

Es impresionante cómo hay momentos y etapas que nos parecen eternos, y otros que apenas los vemos pasar. Soy de la idea de que la mejor etapa de nuestra vida es la adolescencia y el final de ella, esa transición hacia la adultez. Es donde más aprendemos, donde más experimentamos, donde más soñamos, donde más disfrutamos, desde mi punto de vista. Para mí se pasó volando a ratos, y a paso de tortuga en otros, pero al menos yo, la disfruté al máximo.

Lo que viene a algunos les da nostalgia, a otros miedo, a otros nervios, pero supongo que a la mayoría nos da emoción (a mí en lo particular me da muchísima emoción). Es una incertidumbre de lo que se avecina respecto a todo. Respecto a mis estudios, respecto a la primera vez que viviré lejos de mi madre, respecto a una nueva ciudad, respecto a TODO… Y la incertidumbre mata pero emociona. 

Estoy impaciente por empezar a estudiar mi carrera.

Les dejo uno de los tantos autorretratos de mi pintora favorita, Frida Kahlo, que hace referencia al tiempo. El nombre de la obra es precisamente El tiempo pasa volando.

Imagen

Lo que importa en la vida y lo que te hará lograr tus sueños, es tener actitud. Los conocimientos podrás adquirirlos en cualquier etapa de tu vida, pero si desde joven no tienes actitud ante las situaciones, estás jodido para siempre.

-Mi papá.

…O algo así. Cito de memoria.

¿Cuáles son las tuyas?

A veces lo más inimaginable llega a nuestras vidas convirtiéndose en una pasión perenne. Los humanos nunca dejamos de conocernos a nosotros mismos, ese autoconocimiento jamás podrá ser del todo concluido. Desde la infancia identificamos nuestras habilidades y limitaciones, pero las pasiones pueden encontrarse en cualquier etapa de nuestra vida, y es una parte padrísima del autoconocimiento, tan esencial como conocer nuestros defectos y virtudes. Porque en base a ellas tomamos nuestras decisiones, tenemos nuestros sueños y fijamos nuestras metas. Más vale aprovecharlas, porque no hacerlo sería traicionar a nuestra persona, cabeza, corazón y alma. 

Yo tengo 3 pasiones en mi vida: los caballos, el flamenco, y la vida misma… ¿Cuáles son las tuyas?