Para los escritores apasionados

¿Sabían que actualmente el 90% de los blogs en la web están inactivos? Hoy en una conferencia sobre la publicidad de las empresas en la web y redes sociales escuché algo muy cierto: tener un blog o cualquier plataforma web, no es tan fácil como la gente piensa. Es un verdadero reto y responsabilidad con los usuarios del internet, pero principalmente contigo mismo. En primera porque si vas a perder la continuidad del asunto, para qué lo haces. Y en segunda porque el poder de nuestras palabras en los medios actuales, créanme, tiene una influencia en los demás mucho mayor de la que cualquiera puede imaginar (comprobado matemáticamente), y esa es la parte padre. Que hoy en día no es necesario ser periodista, noticiero o un profesional de la comunicación para poder dar un impacto a la sociedad con nuestras ideas, y qué mejor que dicho impacto sea positivo. Sé que los bloggeros comparten estas ideas conmigo, y también la idea de lo divertido que es tener este tipo de espacios. Los que aún no lo tengan, les recomiendo que lo abran. Es, además de un pasatiempo, una manera riquísima de autoconocimiento y libre expresión. Desde que abrí este blog, me propuse subir al menos una entrada cada dos días (la verdad es que he intentado hacerlo diario) que de preferencia no aburriera a mis lectores por muy variados que fueran los temas, y admito que eso de la continuidad no lo cumplí desde el inicio. Pero lo he retomado y créanme, aunque sea con desveladas seguiré siendo responsable con este espacio que tanto me divierte y espero que a ustedes también.

Tal vez les suene tonto, pero como escritora (ahora de blog, en un futuro seguramente de algo más) me he planteado mis propias reglas. Se necesita tener una moral y ciertos principios hacia nosotros mismos, para entonces tenerlo hacia los lectores. Pero la principal de ellas, mi mantra diario, es siempre serle fiel a mis ideologías y a mi estilo. Cuando redacto algo, lo leo y lo releo y lo vuelvo a releer, hasta que me convenza de que para cualquier lector será algo placentero y digno de admirar. No importa que los lectores compartan o no contigo los criterios, pero no hay nada más nefasto –después de la mala ortografía– que un escritor falso, sin estilo propio, manipulado, contradictorio, indeciso o inseguro respecto a sus argumentos. Tómenlo en cuenta.

Finalmente, me pregunto si todos los que escriben en sus ratos libres comparten conmigo el deseo de publicar algún día un libro. Como escritores existen oportunidades para ver nuestro nombre impreso en columnas, revistas, periódicos, noticias… Pero no es acaso un libro lo más maravilloso que existe dentro de las publicaciones que el humano suele leer?

Buenos días!

Tengo poco tiempo para redactar mi anécdota, estoy a escasos minutos de entrar a clase pero hoy dos personas me inspiraron para escribir. No podía dejar la idea en mi cabeza por mucho más tiempo…

De mi padre, no se si por desgracia o por alivio, he aprendido a ser desconfiada con la gente en general, pero también creo en que la mirada de una persona, por muy buen actor que sea, siempre puede reflejar sinceridad, o lo contrario. Hoy iba caminando rumbo a la parada del autobus –tarde, por cierto– para llegar a la universidad; cosa que me resulta complicada porque debo tomar dos autobuses y caminar 15 minutos. De repente vi que un auto blanco se orillaba frente a mí. Era una pareja, que me perdone el vecino pero si no fuera porque le dijo «madre» habría pensado que la mujer de cabello totalmente cano y él eran esposos. Dos personas encantadoras, sentí que hasta eran de mi familia. Ambos con una sonrisa contagiosa. Me preguntaron si iba hacia Cholula (el lugar donde está mi universidad) y les dije que sí. A pesar de que desde pequeños nos han enseñado que uno no debe confiar en los extraños, no sé por qué ni siquiera lo dudé. Todo el camino venían platicándome de una forma muy amena, y hablaban tan alegres y tan tranquilos que fue razón suficiente para iniciar el día con muy buen humor. Esto, para empezar, no sucede en cualquier país. Hay que admitir que a pesar de la delincuencia y los problemas, en México hay gente acogedora, muy humana, y es bonito darse cuenta por uno mismo de ello.

Es increíble como en un día común y corriente, donde no te quieres despegar de la cama para ir a trabajar o a la escuela, detalles tan sencillos te pueden cambiar el ánimo en cuestión de segundos. Una vez más comprobé que las sonrisas y la alegría se contagian, así que regalen sonrisas a diario, podrían cambiarle el ánimo, sin querer, a mucha gente… Buen día, y feliz media semana para todos mis lectores.

La fuente de las catarinas.

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Cierra los ojos e imagina sonidos. En la playa o en el bosque. Se escuchan aves, se siente el aire, hay frescura ya sea por la brisa o por la sombra de los árboles, pero… ¿escuchas? Algo fluye cerca de aquí. En la playa las olas, el límite de la inmensidad del mar. En el bosque, la cascada que cae a un río. Siempre contrastes, de caos a tranquilidad o viceversa. AGUA. Símbolo de fuerza, y también de paz. Vida. Pureza. 

Recuerdo andaluz

«Te vas a enamorar», me decían todos antes de cruzar el Atlántico. Nunca dudé que esas palabras fueran verdad, pero tampoco imaginé que fuera tal la magnitud del embrujo en aquella ciudad.

Mi último atardecer ahí, decidí hacer una fotografía escrita de aquellos lugares donde por horas me sentaba a pensar, mirar y tomar verdaderas fotos (con mi cámara un tanto ostentosa pero sin saber en realidad utilizar la mayoría de sus funciones). Fue esto un poco de lo que logré plasmar hace poco menos de un mes, en el final de lo que hasta ahora ha sido el mejor verano de mi vida…

30-Julio-2012

Este es mi lugar favorito de la ciudad, porque desde aquí puedo ver al menos las principales fuentes de magia que posee: frente a mí se extiende a lo largo el Guadalquivir, como siempre con una que otra piragua en sus tranquilas aguas o las lanchitas de pedales (aquí les llaman Pedalquivir). Tal vez sea por esa paz y tranquilidad por la que disfrutaba tanto sentarme cerca del río, era algo contagioso. A más distancia, cruzando el río, se puede ver el famoso y pintoresco barrio de Triana. Desde esta vista solo se logran ver las fachadas de casas con vista al río, la mayoría con balcones como todo Sevilla… Pero hay una en especial que resalta: si no mal recuerdo, es la casa más alta y más grande –dicen que llega hasta la calle paralela trasera–, pared azul cielo con marcos de puertas y balcones pintados de blanco y colgando de ellos algunas plantas. Claro que para llegar hasta ahí, se debe que cruzar el puente de Triana, que es una estructura de algún metal (desconozco el nombre del material) con cuatro columnas, cada una unida con círculos que disminuyen y aumentan de tamaño (en ese orden) formando arcos sobre el río. Se alcanzan a ver peatones, autos y ciclistas cruzando el puente, cada uno en su carril correspondiente. Casi llegando al puente, pero debajo de él, hay una escultura moderna a la tolerancia, junto con una placa donde el escritor plasmó tres bellos párrafos de los que me llevo una foto para distinguir el texto, en vista de no poderme llevar la placa de cemento…

Si bajo un poco la mirada, más cerca al río, y sobretodo a esas horas donde la luz del sol aún es plena aunque el reloj marque las 10pm pero el calor ya ha cesado un poco, se ven hombres sentados en la orilla esperando a que los peces tiren de su caña de pescar… ciclistas y corredores ejercitándose, y otros más cumpliendo el deber de pasear a su mascota. Es la hora ideal para disfrutar de la temperatura. Me tocó por suerte la semana de la Velá de Triana, por eso entre los postes a lo largo del puente hay guirnaldas colgadas, cada una con esferas verdes y blancas alternando esos colores. Velá en realidad quiere decir «velada», pero ya ven que los andaluces han hecho una especie de español mutante en su lenguaje. En fin, olvidando Triana, si miro detrás de mí, encuentro uno de los más bellos lugares en todo Sevilla: la plaza de toros, La Maestranza. Es un lugar impactante, sobretodo para los que, como yo, son amantes de la tauromaquia. La plaza tiene una fachada en los 3 colores más representativos de Sevilla, e incluso de todo España: las puertas visibles color rojo, su contorno –a veces rectangular y en ocasiones en arcos– amarillo y el resto blanco. Da una impresión de frescura para el clima tan seco y cálido que tiene todo Andalucía. Está rodeada por una reja de herrería. Como dato curioso, es la única plaza de toros que tiene una forma ovalada en vez de redonda. 

Hacia el lado contrario del puente (izquierdo desde donde estoy), se ve la torre del Oro, que antiguamente era un faro para el puerto de Sevilla. Parece un cilindro, pero en realidad es un dodecágono con aspecto morisco, y su nombre, según mis investigaciones, se debe a que en los atardeceres su reflejo en el Guadalquivir da un aspecto de ser una construcción cubierta con oro… Hablando de arquitectura morisca, casi justo a la mitad de esta torre y del puente, se alcanza a ver la punta de la Giraldita. La torre adquirió ese diminutivo debido al extraño cariño que le tomé al edificio –acontecimiento nunca antes sucedido en mi vida–. Si se ve de cerca la Giralda, es un prisma cuadrangular, pero desde aquí solo se puede ver su puntiagudo final, el mirador. Es probablemente la construcción que más me gusta de Sevilla. 

…Y si buscan un punto más o menos céntrico entre todos los lugares antes mencionados, estoy yo, varias tardes del mes de Julio del 2012, observando la belleza sevillana, y dejando las ideas fluir por mi cabeza mientras siento el viento y saboreo el rico aliento a calor, flamenco y arte.

Los comunicólogos…

  • Escriben correctamente hasta en sus redes 
    sociales (incluso comentan en Facebook 
    colocando acentos).
  • Corrigen las faltas de ortografía, aunque 
    no se los hayan pedido.
  • Odian los clichés.
  • Son bien retro: conocen la música de tu 
    papá y tienen en su ipod el hit del momento. 
    Así de random son.
  • Ven cine arte y películas extrañas que 
    nadie conoce.
  • Son críticos, no criticones.
  • No tienen mucho que decir de Paulo Coelho.
  • No pueden creer que no estés leyendo un 
    libro actualmente.
  • Ignoran los comentarios sabiendo que un RP 
    se encuentra también lejos de las entradas 
    de un antro y que su carrera no es solo 
    aparecer en Televisa.

Entrando al mundo adulto.

A menudo distorsionamos en la mente el mundo entero a nuestro favor… Nos volvemos inflexibles si somos retados. Nos preocupamos cada vez más por el futuro y disfrutamos menos el presente. A menudo pensamos que un infante es ingenuo por creer el cuentos de hadas mientras nosotros creemos en rumores. En ciertos momentos todos somos víctimas de una ilusión de objetividad, y mientras la idea dada esté apoyada por nuestros criterios sin importar la presencia o ausencia de fundamentos válidos, distinguir ilusión de realidad se convertirá para nosotros en una tarea imposible… A menudo pienso en que me encantaría volver a ser una niña de 5 años.